domingo, 11 de octubre de 2009

Orígenes y evolución del Ballet Galego Rey de Viana

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El Ballet Galego nace en 1949 como iniciativa personal de José Manuel Rey de Viana, que desde niño creció y se formó con ese objetivo: crear en Galicia una compañía coreográfica a la manera de las grandes compañías de danza del mundo.
José Manuel Rey de Viana se formó junto a grandes nombres de la danza moderna. El fundador del BGRV aprovechó su estancia en Alemania para perfeccionar su técnica clásica y profundizar en el estudio de la danza folclórica mundial. De regreso a su Galicia natal, y en unión con Victoria Canedo, su esposa, máxima colaboradora y maestra de baile, se propuso como principal reto en su carrera profesional la exaltación de la danza de carácter y la dignificación de los bailes gallegos. Para alcanzar tales objetivos, el coreógrafo comenzó su trabajo recorriendo Galicia y recuperando, con total respeto a las características autóctonas de aquellas danzas, leyendas y tradiciones en las que se reflejaba el carácter del pueblo gallego; material que luego recrearía en sus propias coreografías. Al mismo tiempo, realizó una profunda investigación de la indumentaria y el vestuario de las distintas zonas de Galicia a través del tiempo. El resultado fue una cuidada recuperación de los trajes de finales del siglo XVIII, de vivos colores, ejecutados en seda y bordados con piedras de azabache finamente trabajadas.
Los comienzos del BGRV fueron lentos y desalentadores -en la Galicia de los cincuenta no se disponía de la más mínima infraestructura, ni de la tradición necesaria para el desarrollo de una compañía de estas características- por lo que la primera actuación pública del BGRV no fue hasta 1955 en A Coruña. Aquel día un total de 36 personas, de las que 24 integraban el cuerpo de baile, representaron un conjunto de danzas procedentes de las montañas y de las zonas costeras. En estos bailes se mezclaba la danza tradicional con la visión original y particular que sobre el baile tenía José Manuel Rey de Viana; mezcla que acabaría convirtiéndose en la marca de fábrica del BGRV.
A raíz de aquella actuación, la compañía comienza una gira –palabra demasiado ambiciosa para la época– por distintos escenarios gallegos, pero no será hasta 1959 cuando reciba la primera invitación de un organismo público. Ese año, el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid invita a la compañía a participar en el Festival de Danza Hispanoamericana que se celebró en la plaza de toros de Cáceres.
Seguirán actuaciones por todo el mundo, tanto por Europa (París, Londres, Madrid, San Remo, Bruselas, Dublín, Holanda…) como por el continente americano (Nueva York, Buenos Aires, Méjico…), participación en festivales como el “Festival Mundial de Ballet Folclórico” en Venecia, “Festival de Guanajuato” en 1979, Méjico, “Festival Intercéltico de Lorient”, 2001, una gira por Sudamérica dentro de la organización de los famosos “Festivales de España” y actuaciones en el Pabellón Español de la Feria Mundial de Nueva York durante tres meses.
Fruto de este trabajo el BGRV recibió 20 premios internacionales y nacionales, entre los que destacan: 1º premio Ciudad de Cáceres del Festival de Danza Hispanoamericana en 1959, Galardón al mejor conjunto extranjero en los Festivales Internacionales de Bélgica, Primer Ballet Folclórico del mundo, título otorgado en “Festival Céltico de Quimper” (Francia) en el año 1969, Alfonso X el sabio, Medalla de Oro de la Feria Mundial de Nueva Cork, Medalla de Oro del Festival Milenario de Luxemburgo, Pedrón de Ouro entregado en 1966 a José Manuel Rey de Viana, haciéndose público el testamento que el BGRV legaba al pueblo gallego.
Desde 1971 hasta 1990, la gestión y el mantenimiento del BGRV corresponde a la Diputación Provincial de A Coruña y es a partir de esta fecha cuando pasa a depender de la Xunta. En 1991, con la puesta en marcha del IGAEM (Instituto Galego das Artes Escénicas e Musicais), el BGRV se convierte en parte del organismo autónomo como unidad de producción de espectáculos coreográficos. En su etapa con el IGAEM el BGRV siguió de gira por diferentes ciudades españolas, Nueva York en dos ocasiones (1993 y 2002), una gira por Argentina, Chile y Uruguay…
Tras la muerte de su fundador en 1995 y con el fin de dar continuidad a su obra, la dirección de la compañía es asumida por su esposa y máxima colaboradora, Victoria Canedo, quien hasta ese momento ocupaba el cargo de subdirectora del BGRV. Durante esta etapa se crearan nuevas coreografías fieles a la identidad del proyecto.
En noviembre de 2005, tras ocupar el BNG la Consellería de Cultura de la Xunta, se produce el cese de la directora Victoria Canedo por “no corresponder a la idea de danza del nuevo Gobierno” eliminando de un solo gesto los últimos 56 años de la historia de nuestra danza y sin ofrecer alternativa alguna.
El BGRV no era sólo el cuerpo de baile, formado por 38 bailarines. Las representaciones eran fruto de su trabajo junto a profesionales de la música como el “Grupo de Música Tradicional del IGAEM”, del equipo técnico responsable de la iluminación y montaje, así como de un grupo de sastras que confeccionaban y mantenían cada uno de los trajes que vestían. Desde la fundación del BGRV han pasado por su escuela más de 1000 bailarines.

viernes, 9 de octubre de 2009